“TEXTURA Y SENSIBILIDAD”

José Martínez es uno de estos artistas que juegan con la prima materia, en un
proceso casi alquímico, para crear obras con gran valor artístico a partir de
materias humildes. Adentrarse en su obra es entrar en un universo de creatividad
pura, un imaginario de evocaciones a la naturaleza, a la música y a la danza.
José Martínez Ortí nos presenta una muestra de la obra realizada en los últimos
años, en la que podemos contemplar las diferentes facetas artísticas del autor.
Así, la escultura y la pintura se presentan como los dos polos fundamentales en los
que podemos observar una lucha entre lo orgánico y lo geométrico, entre el caos
y el orden: el caos como referencia a la naturaleza y a sus fuerzas incontrolables,
y el orden que se relaciona con lo humano y con aspectos más urbanos.
De esta forma, su escultura manifiesta un fuerte componente geométrico,
posiblemente condicionado por las características del material empleado y por
un estado de ánimo más sosegado e introspectivo.

En contraposición, al observar su pintura, nos encontramos con una libertad
que genera formas mucho más orgánicas y espontáneas. Parece evidente que el
proceso de creación, al abordar ambas disciplinas, es necesariamente diferente.
Así, su obra pictórica -libre de los condicionamientos del proceso, como en un
baile o una interpretación- surge de la acción directa (Action painting) a través
del movimiento del cuerpo. Como en una frenética danza en la que la pintura
impacta sobre el lienzo desnudo, se genera una imagen impactante que nos hace
intuir de alguna manera esa danza de la que ha surgido. El color hace acto de
presencia de manera desbordante en muchos de sus cuadros, haciendo alusión
a la naturaleza y a un cromatismo musical que se hace evidente en la serie de
pentagramas. En estos cuadros, la potencia dinámica de naturaleza pictórica se
modula con el orden de estas líneas que marcan el tempo en la lectura de la obra.
En este sentido, nos viene a la mente el cuadro Broadway Boogie-Woogie que
Piet Mondrian realizó a su llegada a New York. En esta obra el artista trata de
plasmar el dinamismo de la ciudad y la música que se escuchaba y bailaba en
sus clubes de jazz a través de la pintura. De igual manera, al contemplar la obra
de José Martínez Ortí, nos transportamos a un ambiente de músicas y danzas
frenéticas que de alguna manera reflejan la personalidad del artista.

Samuel Ortí